domingo, 17 de julio de 2011

Manifiesto No a las clecas


La
 proliferación
 de
 las
 clecas
 en
 las
 vías
 de
 escalada
 y
 en
 los
 bloques
 al
 aire
 libre
 está

desvirtuando 
por 
completo 
algunos 
estilos 
de
 escalada.
 Se 
pierden
 alicientes 
y 
capacidad 
de 
aprendizaje

y
 se 
esfuman 
algunas 
motivaciones,
 ya 
que 
desaparece 
el 
reto
 de 
descubrir
los 
misterios 
que 
esconde 
la

roca.
 A 
ello 
se 
suma 
el 
impacto 
visual
 que 
producen,
 lo 
que
 ha 
dado 
lugar 
a
 que
 se 
prohíba 
su 
uso 
en

algunos 
espacios 
naturales.

¿Qué
 será 
del
 reto 
de 
tener
 que
 descubrir 
las
 presas
 en 
la 
roca 
y
 descifrar 
la 
secuencia 
de

movimientos cuando 
escalamos 
a
 vista?
Ya
 sólo
 con
 el
 magnesio
 que
 se
 queda
 en
 los
 cantos
 se desvirtúa
 la
 escalada
 a
 vista.

Necesitamos
 pensar 
menos 
y
 actuamos
 como 
autómatas 
ante 
el
 estímulo 
de 
las manchas 
blancas.
Con
 las
 clecas
 esta
 automatización
 se
 magnifica, no
 hace
 falta
 saber
 “leer”
 la
 roca,
 sólo
 queda

seguir 
las 
marcas 
que 
recorren 
la 
pared. 
El 
tener 
que 
descubrir 
e 
interpretar 
las 
formas 
de 
la 
roca, 
el
saber 
si 
hemos 
elegido 
bien
 o 
mal 
el recorrido, 
ya 
no 
tendrá 
aliciente 
y 
la 
roca
 natural 
se 
parecerá

más 
a
 un rocódromo.  
La
 escalada 
a 
vista, 
y 
el
 aprendizaje 
que 
ello 
conlleva, 
ya 
no 
tendrán
 ningún

sentido 
y
 perderemos 
un 
estilo
 de 
escalada
 que 
para 
muchos 
de
 nosotros 
es 
una 
parte 
esencial
 de
este 
deporte.
¿Qué
 será 
de 
reto 
de 
tener
 que
 memorizar 
las 
presas 
y 
visualizar 
los 
movimientos 
en 
una

escalada 
ensayada?
Las
 clecas
 nos
 “ayudan”
 (¿idiotizan?)
 cuando
 ensayamos
 una
 vía
 de
 escalada,
 ya
 no
 hace

falta 
memorizar 
las
 presas 
ni
 los 
apoyos
 de 
los 
pies 
y 
la
 visualización 
de 
los 
movimientos 
no 
es 
tan

importante.
 De 
nuevo 
progresaremos 
por 
la
 roca
 cual 
autómatas, 
siguiendo 
la 
línea 
discontinua 
de

rayas
 y 
puntos 
blancos. 
Memorizar 
y 
visualizar, 
partes 
indisociables 
de 
la
 escalada 
ensayada, 
o 
eso

creíamos 
algunos
 antes
 de 
que 
aparecieran 
las 
clecas.
Las 
clecas 
nos 
afectan
 a 
todos 
y 
condicionan 
la 
manera en 
la 
que 
escalamos,
 el 
estilo 
y 
nuestra

conducta 
en
 la
 escalada. 
Por eso 
hacemos una 
campaña 
en
contra 
de 
las 
clecas.
Os
 pedimos
 que
 os
 unáis
 a
 ella
 y difundáis
 este
 mensaje.
 Participa
 de
 forma
 activa
 y
 borra
 las

clecas 
con 
tu 
cepillo 
(que
 sea 
blando 
y
 que 
no 
dañe 
la
 roca).
Si 
las 
utilizas,
 olvídate de
 ellas 
y
 respeta 
a

los 
demás, 
saldrás 
ganando 
y
 todos 
podremos 
seguir
 aprendiendo.
 Algún 
día
 volveremos 
a
 disfrutar 
de

la
 escalada
 a 
vista,
 de 
la 
memorización
 y
 la 
visualización.
Lo 
conseguiremos.

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