No sé si el dicho "menos da una piedra" habrá quedado en desuso entre los escaladores. Para mí las dos piedras del fin de semana dieron y para mucho.
Esta semana me di cuenta de que primero en Sadernes con CRIT DE PÀNIC y después en St. Feliu en el Repetidor, escogí el camino fácil, o tiré la toalla demasiado rápido, o no lo di todo hasta el final, o escogí lo seguro, o me acojoné, o... por miedo, o falta de confianza, o estupidez, o incertidumbre, o...
Tenga el nombre que tenga y sea por la razón que sea "eso no lo quiero para mí".
En esta vida hay momentos para todo: para la valentía y la cobardía, la alegría y la tristeza, la timidez y el descaro, etc. Sólo hay que saber reconocer cómo o qué se tiene ese momento, cambiarlo si puede cambiarse siempre y cuando uno quiera, aceptarlo si no puede cambiarse aunque uno quiera y aprender a saber estar en ambos casos.
El sábado decidí aparcar la btt e ir a Pedralta a escalar con Enrique, Pere, Miquel, Toni y Marc para comprobar si mi actitud en Sadernes y St. Feliu fue una casualidad o una causalidad y, en caso de lo segundo, empezar a trabajar introspectivamente y preguntarme el porqué, como Mourinho pero sin buscar las razones en causas externas, y saber en qué momento me encontraba.
En la escalada lo único que hago es subir pequeñas montañas para ver horizontes cada vez más lejanos. La de este sábado fue LA NEGRA, una vía de placa con una fisura en la parte central, regletillas, algunas presas romas y con unos seguros muy cercanos.
El horizonte que vi me resultó familiar: la necesidad de controlar el pensamiento limitador que aparece cuando noto la falta de fuerza en los brazos. Este control me aportó la tranquilidad suficiente para agarrarme con menos fuerza, agarrarme con una mano debilitada para recuperar fuerzas en la otra, seguir cogido de esa mano que seguía debilitada para poner la cinta y pasar la cuerda y para buscar la seguridad en mí y no en el seguro.
Pero para mí no fue suficiente porque creo que puedo ir más lejos, así que domingo me apunté con Dani para ir a Ullà y subir otra pequeña montaña para ver otro horizonte aún más lejano.
Antes de nada quiero decir que si llegas a la reunión, pasas la cuerda y decides tirarte al vacío, primero avises al asegurador. ¡Perdona Miquel!
El V+ de Ullà para calentar me reportó pocas sensaciones y cierta inseguridad. No parecía ser el mejor día para subir otra montaña, pero Dani lo tenía claro y allí que se metió el tío. La montaña en cuestión era THE LAOS, de más de 30m, con una placa inicial fina y bastante vertical, una travesía en diagonal llegando a la primera reunión, una bavaresa en el segundo largo para acabar, en nuestro caso, en las dos últimas chapas de THAILANDIA ya que no vimos otra R. Es una vía GUAPÍSIMA y la bavaresa es DISFRUTONA, ¡y yo que me metí sin mentalizarme!, pero nada más empezar, la placa inicial ya se encargó de eso.
Fallé con los pies y continué con las sensaciones del V+, para acabar con el descontrol al llegar con los brazos endurecidos a la R, donde me cogí a ella en el momento de la cobardía. Unos segundos antes, con una roma lateral izquierda y buscando con la derecha una presa enorme, que me pareció un posible cazo y que resultó ser ¡NADA DE NADA! fue el momento del control, donde acabé encontrando una pequeña regleta. Entonces llegó el momento de la valentía, confiando en mi equilibrio para subir el pie derecho, alzarme con unos brazos gastadísimos, encontrar un escudo pequeño con el que San Jordi hubiese acabado chamuscado ante el dragón, subir el pie izquierdo y rendirme ante la seguridad de la R.
El horizonte que quiero ver es el de la mente liberada, porque no creo que se trate de controlar y de luchar contra uno mismo, sino de eliminar esos pensamientos limitadores y saber controlarlos en caso de que aparezcan, cosa que parece que estoy consiguiendo. Dicho de otra manera, si una persona libre comete un delito y lo encarcelan, puede seguir sintiéndose así y, sólo si aparecen momentos en los que los barrotes le quitan esa libertad, aprender a seguir sintiéndose libre.
A ver si puedo describiros en el próximo post este horizonte tan cercano y lejano a la vez. Sólo necesito recuperar algunas sensaciones que he perdido simultáneamente junto con los pies.
Recupérate pronto Sergio, que la escalada no es la misma sin ti y Dani, GRACIAS por la compañía y ENHORABUENA por tu escalada.
Vic
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